Para aquellas empresas que no cuentan con un SGC o una certificación ISO, el proceso puede ser intimidante: ¡evitar estos nueve pasos en falso puede allanar el camino!
- Evite complicar demasiado su sistema. Se supone que la documentación, los formularios y otras partes del SGC ayudan a los negocios diarios, no los ralentizan ni los dificultan.
- Gestión no comprometida. Ningún QMS puede funcionar de manera efectiva si la alta dirección no lo apoya y no se involucra.
- Dependencia total de un individuo. “Descargar” el desarrollo, la ejecución y el mantenimiento de su SGC en un solo empleado es lo opuesto a la estructura sistémica que implica un SGC.
- Apresurarse. Asegúrese de que su QMS esté bien desarrollado y ofrezca resultados comprobables antes de lanzarse directamente a la certificación.
- Copiar y pegar sistemas de otras empresas. Así como no hay dos negocios exactamente iguales, no hay dos SGC que sean exactamente iguales; ¡construir alrededor de fortalezas y desafíos únicos para obtener los mejores resultados!
- Formación insuficiente. Las campañas sólidas de capacitación y concientización de los empleados son imprescindibles para garantizar el conocimiento de qué es el SGC y cómo funciona en todos los niveles de una empresa.
- Falta de conocimiento del cliente. La satisfacción del cliente es un aspecto clave de un QMS; ¡Ser consciente de los deseos y necesidades de sus clientes debería ser una obviedad!
- Acción correctiva inadecuada. Aunque es complejo y, a menudo, frustrante, el análisis de causa raíz es la piedra angular de un SGC completo. ¿No estás seguro de cómo abordarlo ¡Vea el seminario web de PJR sobre el tema!
- Auditor interno deficiente. ¡Asegúrese de elegir un auditor interno que tenga experiencia y esté bien capacitado en su industria y que esté debidamente calificado para su estándar de certificación de elección!
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